viernes, 19 de noviembre de 2010

Magnetismo


Y estas tan lejos de ser y hacer lo que yo quiero que hagas y seas…
Y estás tan cerca de mi ser…
Tan peligrosa y destructivamente cerca…
que a veces me encanta...
y otras me asusta...                                  

¿Qué voy a hacer conmigo?                                                              

miércoles, 17 de noviembre de 2010

SACATE LA MIERDA!!!

Y al otro día reacciono y entonces...
Me odio a mí por dejar que me pasen estas cosas, porque sé con que bueyes aro y sigo...
Lo odio a él porque me provoca hacer cosas que odio, y me hace querer cosas que nunca tendré...
Y odio pensar que va a volver, que en algún momento va a caer muy orondo y va a volver a decirme algo y yo le voy a decir que sí y me odio por eso....
Y también pienso que no lo va a hacer, que está en otra y que no va a caer un carajo y va a seguir en pie y lo odio mucho mucho más...
Odio sacarme 10 en mi parcial de "Conceptos Psicoanalíticos de Jacques Lacan" si para lo único que sirvió es para darme cuenta que no importa nada de lo que hagamos, estamos destinados a cagar las cosas por los siglos de los siglos y que hablando la gente no se entiende un carajo, que esa es una gran mentira que inventó un hijo de puta... ..
 Y yo no hablo y después me siento mal porque siento que así la gente no me conoce pero si de todas maneras abrir la boca implica cagarla... ¿Cuál es la diferencia?
Y me entero que nunca va a haber complementaridad de los sexos y que la media naranja es un invento del abuelo del hijo de puta que la desperdigo por todo Occidente para que nos pasáramos la vida ocupados buscándola y no centráramos nuestra atención en temas más trascendentes.
Y no solo eso, sino que lograron que pelotudas como yo se mortifiquen porque creen encontrarla y no pueden conservarla o porque directamente no la tienen... Y así consiguieron que lloremos por boludos que se asustan de sí mismos o terminemos odiando a personas que no son como una...

Así el estado de las cosas en mi psiquis al día de la fecha...

martes, 16 de noviembre de 2010

I want to hold your hand

Entre todas las cosas que nunca entiendo de mí, la que más me saca de quicio  son mis nervios… Me trastornan, como si me llenaran todo el cuerpo y me echaran de mí misma. Entonces es muy común que cuando todo termina no me acuerde muy bien que fue exactamente lo que ocurrió…

Hoy me paso algo así... Un “Hola” apurado, de esos que se tiran cuando se cruza la calle en direcciones opuestas (Como siempre!!!).  
Una corriendo porque llega tarde y se encuentra con el semáforo en rojo. No queda nada más que hacer, salvo esperar y mientras tanto mirar al cielo, al que se le corrió una nube…
Pero en algún momento hay que bajar un poco para ver que pasa alrededor... entonces puede suceder que al fijar la vista hacia el frente se encuentre con que ahí esta Él (su cara cuadrada y sobre ella una muy linda sonrisa), parado con un amigo al lado del semáforo, que en ese momento indica que se puede cruzar…
Hasta ahí el relato ordenado…
Quedaría por resolver lo que siguió: si yo dije adiós y seguí de largo y él se paro a saludarme; o tal vez al revés, yo me paré y él se volvió…
Enseguida vendría la parte en que salgo caminando al tiempo que grito que estaba corriendo porque llegaba tarde (¿Era yo? Me sonó una voz tan distinta a la mía…)
Claramente este episodio no es importante para nada. 
Pero del enredo de sucesos que quedó en mi mente hay una cosa que se destaca: en algún momento de esos 40 segundos que habrá durado la escena recuerdo muy bien que le agarre la mano
Es esa exactamente la parte en que mis nervios me traicionan y me echan… Si no es así, ¿por qué extraño motivo llego a eso?. Es decir, ¿como llega una a tener una mano entre las suyas sin premeditación ni alevosía?. ¿Era necesario agarrarle la mano? ¿A alguien que no ves hace meses? ¿Qué mandarías a la mierda si no fuera por esa sonrisa y esa mano que querés tener?
Evidentemente para una parte de mí (que no suelo ser yo) no solo era necesario, sino muy pertinente...

Creo que lo que más me molesta de mis nervios es que bajo sus efectos hago las cosas que quiero hacer en ese momento sin que me importe nada, ni yo misma. 
Si es que puede entenderse algo así...

miércoles, 10 de noviembre de 2010

Reflexiones

El mejor piropo que me hicieron fue cuando alguien me dijo que yo "era puro rocanroll"... 
Y sí... yo quiero ser puro rocanroll, quiero ser el rocanroll de su vida y el de muchos hombres más... Pero a veces nunca llego ni al riff de la intro...
Más allá de ese (¿pequeño?) detalle tengo otro problema: todo lo que haga, diga o piense no me parece suficiente para lograr mi cometido...
El tema es  que quiero todo:  ser el reviente puro, pero a la vez ser algo así como el figurín de la revista Para Ti...
Y así ando por mi vida con el peso de semejante oscilación...

A veces hay días que pienso en alguien y quiero coger, pero a la vez me espanta la sola idea de decirle que quiero coger. 
Coger es una palabra demasiado fuerte para mi parte pacata, pero es la que más me sirve para expresar lo que quiero hacer: yo no quiero hacer el amor, no amo a nadie... yo quiero coger...
Y solo por miedo al espanto, al rechazo (suyo) y al bochorno (mío) no lo digo...

Últimamente siento que esa bipolaridad en la que me muevo puede estar llegando a su fin...
A veces me doy cuenta de que figurín o rocanroll él nunca me va a ver, por lo que no me tendría que preocupar de nada de eso...
Es entonces cuando hago las paces conmigo misma, agarro mi cartera y me voy a emborrachar con Gin Tonic a San Telmo...
 
Cuando leo lo que escribo a veces me aburro de mi lamento boliviano...
En lo que es mi vida fuera de las letras no estoy todo el tiempo hablando de mí ni llorando por los rincones. Y en líneas generales soy bastante optimista...
Quizás por eso construí este espacio...