lunes, 25 de marzo de 2013

En plena fiebre de los 140 caracteres tengo miedo de olvidarme del placer de escribir sin límites...
Escribir como yo quiero, cuanto yo quiero...
Utilizar todos los signos que se me antojen cuantas veces quiera sin tener porque contarlos.

En pleno ardor por compartir palabras ajenas haciéndolas nuestras, temo que no se escuche mi propia voz...