miércoles, 23 de noviembre de 2011

MUDA

Palabras (muchas) atragantadas (atoradas)...
a veces (las que menos) no la dejan respirar
otras (las que más) la dejan vivir pero no hablar...
Entonces no dice nada... llora

 Y se escucha,
y adivina tanta angustia en ese llanto
que ya no sabe si llora porque está desesperada
o si se desespera (de tanta espera) porque llora...

Sabe que esas cuestiones
no discriminan tiempos o espacios.
Ya se acostumbró...
Por eso no detiene su marcha
cuando la asaltan los pensamientos...

Hay que verla caminando por la avenida,
la torpe elegancia con la que sus manos
apartan las lágrimas de su rostro...

Más allá de todo bien, de todo mal...
(tan cerca de la vida y la muerte)