En plena fiebre de los 140 caracteres tengo miedo de olvidarme del placer de escribir sin límites...
Escribir como yo quiero, cuanto yo quiero...
Utilizar todos los signos que se me antojen cuantas veces quiera sin tener porque contarlos.

En pleno ardor por compartir palabras ajenas haciéndolas nuestras, temo que no se escuche mi propia voz...

No seas así, déjame ser en medio de la noche; que las estrellas reflejen mis ojos, que mi boca sea la luna.
Yo prometo dejarte ir, soltarte de a poquito, acostumbrarme a tu ausencia y dejar de ser espectadora de una novela que no es la mía.
Comprendeme... este capítulo está llegando a su fin y, después de todo, yo nunca conocí el guión...
Mi improvisación no fue como la habría deseado...
Pero al fin de cuentas... quién sabe...
Ya está.
Chau.

Quisiera escribir tantas cosas…
Escribir el deseo sobre tu piel y pasarte el lápiz para que hagas lo mismo sobre la mía
Y quedarnos así, escritos, ligados por la arbitrariedad del tiempo sobre un colchón comprado quien sabe cuando, receptor de innumerables sudores todos tan distintos entre sí.
Porque nunca es igual, aunque en un intento de poder manejar las cosas fingimos que sí, que todo se repite, que el beso que te dí hoy sabe igual que el de hace un tiempo… 

Pero no es así, porque yo sé y cuando se sabe es cuando la cosa se complica.

Sé de lágrimas que corrieron y tergiversaron el sabor de tu saliva; de las horas de espera, que vuelven rancia ciertos sentimientos...

... todas esas cosas que prefiero olvidar cuando te tengo enfrente….

Sueños

Hoy soñe que me enamoraba de un pirata, de esos de verdad, con pelo sucio y parche en el ojo...
El también se enamoraba de mí, pero nuestro amor era imposible... no sé porque, pero era imposible...

Y fue levantarme, abrir los ojos y sentir como que era una continuación de todo: vos (pirata moderno) y esto que siento de querer estar al lado tuyo,  tan imposible de que se haga realidad...
Pensarte se ha reducido a sentir una tristeza tan grande, tan desolada, que lo único que emana es odio...
Odio violento, sin causa, puro objeto que concentra tanta energía...
Tristeza por no saber como dejarte ir, desolación por tener que hacerlo sin que alguna vez te enteres de todo lo que me provocaste, odio porque ni siquiera te interesaría saberlo...

Y entre tanta tormenta de arena me voy desdibujando, perdiendo definición, me quedo tan chiquita...

Soñando todo lo que no es

MUDA

Palabras (muchas) atragantadas (atoradas)...
a veces (las que menos) no la dejan respirar
otras (las que más) la dejan vivir pero no hablar...
Entonces no dice nada... llora

 Y se escucha,
y adivina tanta angustia en ese llanto
que ya no sabe si llora porque está desesperada
o si se desespera (de tanta espera) porque llora...

Sabe que esas cuestiones
no discriminan tiempos o espacios.
Ya se acostumbró...
Por eso no detiene su marcha
cuando la asaltan los pensamientos...

Hay que verla caminando por la avenida,
la torpe elegancia con la que sus manos
apartan las lágrimas de su rostro...

Más allá de todo bien, de todo mal...
(tan cerca de la vida y la muerte)

Luna

A veces te miro como lo hago con la luna:

Como si tuviera todo el tiempo del mundo.

Tratando de impregnarme de cada detalle, no queriendo perderme de ninguno...

Grabando todo en mi cabeza porque nunca sé si  los voy a volver a ver tan lindos.

Y cada vuelta a encontrarnos, ese momento en que levanto mis ojos y soy absorbida por lo que encuentro me pasa lo mismo: 

nunca de la misma manera, pero siguen tan bellos y llenando mis sentidos como siempre... 

Hay que poder entrar y salir de uno cuando se quiera...

Entrar cuando necesitamos curarnos...

salir cuando estamos sanos...

Pero salir en serio, no quedarse sintiendo el sol a través del vidrio...

Yo no sé si la vida es movimiento o qué, 

no sé si soy distinta o igual a vos,

apenas puedo esbozar bocetos sobre que es lo que quiero profundamente

Me cansé de hacer preguntas, 

hago lo que puedo, me voy armando en el camino

Ahora, por ejemplo, estoy decidida a negociar, a cambiar ciertas pequeñas cosas con tal de que los resultados tuerzan un poco mi destino de pre pizza, ese en el que metes algo en el horno y sabes lo que va a salir...

Porque ahora no quiero saber que es lo que va a pasar...

A ver si me entero y no me gusta...

No quiero saber más que lo que pueda enterarme por mí misma, sea poco o nada...

Tampoco quiero pensar mucho...

¿Se nota?

Ya lo sé...
de sentarme a pensarlo nunca se hubiera podido leer esto...