viernes, 22 de julio de 2011

AVISO

La Piba del Blockbuster está dudando de las bondades de ser Hospitalaria y cordial...
En última instancia podría considerar las ventajas de una cordialidad selectiva que, dependiendo del caso, puede llegar a derivar en una correcta hospitalidad...

miércoles, 20 de julio de 2011

Entre-tiempos

Tengo que hacer tiempo en mi oficina para ir a buscar a mi hermana…
Me sobra tiempo que quiero gastar en tu persona…
Hoy tuve un día hambriento de vos, sabiendo que no te iba a encontrar por ningún lado…
Pero eso no importaba… yo te pensaba y te pensaba.
No sé que es lo que me gustaría hacer primero: si hundir mi lengua en tu boca o mi mano en tu pelo; aunque, pensándolo bien, podaría hacerlo en ese orden y sería una linda secuencia.
De todas maneras no tendría importancia porque pensar en un orden al lado tuyo es una utopia.
Porque oscilamos entre ser uno y dos.
Y no me refiero a la obviedad del momento en que estamos juntos y nos separamos para volver a juntarnos con más fuerza que la vez anterior.
Oscilamos entre uno cuando la risa que nace en mis ojos se continua en tu boca y reímos sin saber porque, por el solo placer de escuchar nuestras carcajadas envolvernos un poco más.
Oscilamos entre dos cuando me querés pelear y yo, totalmente ignorante de tus intenciones, me empeño en llegar al termino medio que nos ecualice.
Es entonces cuando la risa nace en tus ojos esta vez y mientras me confesas tus malvadas intenciones me toca a mí esta vez concluir el acto, sintiendo como el sonido de las carcajadas sube por mi garganta, porque quien sabe en que momento volvimos a ser uno nuevamente.
Sin ausencia no hay presencia, por eso no desespera esta temporada de no encontrarte, porque se puede pensar que tal vez sólo sea el preludio de una nueva serie de oscilaciones.
Nunca hay que dejar de considerar que tal vez eso pueda no suceder…
Pero bueno, nada quita que de todas maneras pensar estas cosas es una buena manera de hacer tiempo en una noche tan fría…

domingo, 17 de julio de 2011

APNEA

Juro que te fuiste, que no estás más ahí; hasta te puedo decir que, en vez de dejarlo en exposición, intento ocupar el vacío que dejaste...
Ya no me muero porque me abraces.
Hace ya un tiempo mis pensamientos no te traen.
Tu risa no hace eco en mi almohada y las sábanas que guardaban tu rastro son ahora trapos sucios que alguien usará para limpiar escombros.

Pero soy un ser humano, de la raza mujer más específicamente; será tal vez por eso que al ver la foto que siempre soñe y no ser yo quien la comparta con vos tuve un pequeño episodio de apnea...
De repente mi respiración se detuvo hasta que recorde que te fuiste, que ya no me muero por que me abraces.

Te lo repito, soy un ser humano: mis pensamientos sabrán que por un momento todo se detuvo, pero yo echaré un manto de piedad sobre este pequeño incidente y mi domingo transcurrírá tan placidamente como hasta ahora...

domingo, 10 de julio de 2011

Oscuro

Sentía la oscuridad fluir por sus venas…
Le llenaba el pecho, le eclipsaba el pensamiento.
Caminaba impulsada por la urgencia y ejercía una atracción magnética sobre cualquier que fuera capaz de mirarla a los ojos.
Iba escuchando el taconeo de sus botas resonando sobre la calle cuando lo vio, parado en una esquina, esperándola.
La saludó, ella no contesto.

Cuando entraron al departamento le arrancó la ropa frenéticamente, lo empujo sobre el sillón y se sentó sobre él.
Su lengua viajaba por todo su cuerpo, con sus dientes le acariciaba la piel…
El gemía, pero ella no lo escuchaba, tan sumida en su ser estaba.
Subió buscando su boca, necesitaba sentirla en la suya, tenía sed...

Después de ese beso ella fue hacia su cuello, sentía sus jadeos sobre la piel, podía advertir como su deseo lo iba envolviendo...
En ese momento solo quería gritar, gemir, vivir... se sentía morir de un placer que solo ella sabía curar...

Encontró el hueco tibio, ese con el que tantas veces había soñado... Con su lengua sintió la vena latir más rápido, y sin pensarlo clavó sus dientes y empezó a sorber, cada vez más fuerte, cada vez más…

No sabe cuanto tiempo fue, sólo que cuando se levantó de él no quedaba más que los jirones de su remera y su pantalón.
Se levantó, fue al baño y cuando miró su reflejo se rió.
Veía en sus ojos una extraña claridad. 
Se sentía feliz
Lo había logrado:
él ya le pertenecía...