domingo, 10 de julio de 2011

Oscuro

Sentía la oscuridad fluir por sus venas…
Le llenaba el pecho, le eclipsaba el pensamiento.
Caminaba impulsada por la urgencia y ejercía una atracción magnética sobre cualquier que fuera capaz de mirarla a los ojos.
Iba escuchando el taconeo de sus botas resonando sobre la calle cuando lo vio, parado en una esquina, esperándola.
La saludó, ella no contesto.

Cuando entraron al departamento le arrancó la ropa frenéticamente, lo empujo sobre el sillón y se sentó sobre él.
Su lengua viajaba por todo su cuerpo, con sus dientes le acariciaba la piel…
El gemía, pero ella no lo escuchaba, tan sumida en su ser estaba.
Subió buscando su boca, necesitaba sentirla en la suya, tenía sed...

Después de ese beso ella fue hacia su cuello, sentía sus jadeos sobre la piel, podía advertir como su deseo lo iba envolviendo...
En ese momento solo quería gritar, gemir, vivir... se sentía morir de un placer que solo ella sabía curar...

Encontró el hueco tibio, ese con el que tantas veces había soñado... Con su lengua sintió la vena latir más rápido, y sin pensarlo clavó sus dientes y empezó a sorber, cada vez más fuerte, cada vez más…

No sabe cuanto tiempo fue, sólo que cuando se levantó de él no quedaba más que los jirones de su remera y su pantalón.
Se levantó, fue al baño y cuando miró su reflejo se rió.
Veía en sus ojos una extraña claridad. 
Se sentía feliz
Lo había logrado:
él ya le pertenecía...

1 comentario:

FacuZ dijo...

Muy intenso, muy....

IMposible no imaginarse todo este cuento con tan buena descripción...

Un beso,
Facu.