jueves, 30 de septiembre de 2010

Hay días en los que hablas tanto que salís vulnerada...
no te acordás de lo que dijiste, solo que fue mucho.
Y los silencios te lastiman y querés que el viento que sopla te lleve lejos, que te vuele alto por el aire como a veces soñabas...
Y estás tan sensible que te pones a pensar en pequeños detalles: una nariz contra un cuello, una mano chiquitita que te acaricia, un abrazo de papá que te esconde...
Y todo da miedo y querés saber, pero te das cuenta que también querés no saber lo que sabes porque eso te frena...
Y te gustaría ir al pasado y decirte unas palabras sobre algunas cosas que no servirán; o ir al futuro a ver que onda...
Y entender que no podes hacer nada de eso mientras hundís la nariz en el pañuelo para protegerla del frío y pensás en todo lo que tenes que estudiar....
... o me lloverán adoquines....