Me pedí una tregua de vos.
Estoy tan llena de palabras e ideas al respecto que creo que un respiro me vendría bien.
No es mala idea...
El tema es que se me está haciendo cuesta arriba este período de paz sin ideas ni palabras.
Porque sin todo eso queda lo más primitivo de mí...
Y entonces descubro que no te daría tregua a vos...
Te declararía una guerra sin cuartel que solo daría por concluida cuando vuelva a tenerte una vez más...
Y otra...
y otra...
y otra...